La distribución natural de los pinos canarios en la isla se halla generalmente en piso bioclimático superior. El Guiniguada, al vincular las cumbres con el mar, también arrastra su memoria. En el tramo bajo donde nos encontramos pueden apreciarse diversos ejemplares, especialmente a la altura del viaducto y al final de la colada volcánica del Maipez, donde se sitúan los últimos bloques erráticos. En este caso, se localizan sembrados linealmente en la pista ascendente.

La tradición de utilizar resinas y esencias de tea parece remontarse a época prehispánica y se proyecta al futuro a través de destilados únicos en el mundo, como los realizados por la Casa del Perfume Canario de esta especie.